xiste una generación de influencers digitales que cada vez ganan más protagonismo en las plataformas de las redes sociales, llegando a tener millones de seguidores en Instagram. Pero esta vez no hablamos de influencers de carne y hueso, sino de influencers virtuales que no existen en la vida real. Es decir, influencers creados tecnológicamente en el ordenador.
Los influencers virtuales forman parte de la llamada cuarta revolución industrial. Con una combinación de gráficos por ordenador de alto rendimiento e Inteligencia Artificial, los programadores y diseñadores desarrollan figuras digitales con apariencia y comportamiento similares a los humanos, unidas a un sistema digital de recogida de datos.
Mientras los creadores de contenidos para las redes sociales luchan por seguir siendo relevantes en medio de la pandemia, surge una alternativa en forma de influenciadores virtuales. Pueden estar en varios lugares al mismo tiempo, se ven con celebridades de todo el mundo, siguen publicando incluso en tiempos de aislamiento social, no se enferman. Y pueden ser bastante rentables.
Según un estudio realizado por Hype Auditor, los influenciadores virtuales se comprometen hasta 3 veces más que los influenciadores reales. También cabe destacar que suelen ser creados y controlados directamente por una marca, por lo que estos influencers están más seguros de mantenerse dentro de las directrices de la empresa y sin interferencias sociales, como puede ocurrir con las personas reales.
A primera vista, al visitar la cuenta de un influencer virtual, parece un perfil como cualquier otro. Con una estética muy cuidada, trajes y entornos súper reales. Todo está pensado hasta el más mínimo detalle y es real, salvo por el hecho de que la protagonista es una creación infográfica. Tenemos que decir que, a pesar de que al principio nos daba un poco de miedo, pronto nos encontramos interactuando con esas influencers e incluso guardando sus inspiradores outfits.
En agosto de 2020, el sitio web OnBuy hizo una lista de los influencers online que tuvieron mayor rendimiento económico a lo largo del año. Comprueba quiénes son los 5 primeros:
Lil Miquela
Para empezar el ranking de influencers digitales virtuales, Lil Miquela, con unos 9 millones de libras de ganancias anuales previstas. Es una creación digital con más de tres millones de seguidores en Instagram, que ha lanzado singles, y es una de las preferidas de marcas de lujo como Prada y Chanel. En su red social, Miquela publica sobre moda, estilo de vida, comida e incluso selfies con famosos reales. Además, la influencer también está comprometida con causas sociales.
Noonoouri
Después de Miquela, que encabeza la lista, viene Noonoouri, con más de 2 millones de libras de ganancias anuales previstas. La única de la lista que no se parece a un humano real, la muñeca virtual Noonoouri triunfa en el mundo de la moda, siendo portada de revistas y editoriales de grandes marcas de todo el mundo. En 2019 se convirtió en modelo oficial de IMG Models, una de las agencias de modelos más reputadas del mundo. Ya ha colaborado con marcas como Versace, Dior y Nike.
Imma
Con cerca de medio millón de libras de ganancias anuales previstas, en tercer lugar se encuentra Imma, que se define como una chica virtual, interesada en la cultura japonesa, el cine y el arte. Se caracteriza por su pelo rosa y ha protagonizado campañas para empresas de moda como Puma y UNIQLO, además de colaborar con otros sectores, como la marca de helados Magnum.
Bermudas
En cuarto lugar está Bermuda, con unas 450.000 libras de ganancias anuales previstas. Creada por Brud, la misma creadora de Lil Miquela, se hizo famosa por pelearse con ella en las redes sociales -todo marketing, por supuesto- y hoy las dos son mejores amigas. Desde fotos bien posadas comiendo pasta en un restaurante de Los Ángeles hasta clics haciendo ejercicio en casa, esta es la "vida" de la influencer online Bermuda que ha trabajado para Chanel, Balenciaga, Tesla, Adam Selman y Starbucks en su Instagram.
Blawko
Blawko, el novio intermitente de Bermuda y amigo de Miquela desde el primer día, ocupa el quinto lugar con más de 150.000 libras de ganancias anuales previstas. Otro influencer de Brud, cuya marca nunca muestra completamente su rostro, cubierto por una máscara negra que oculta su boca y parte de su nariz. Tiene 149.000 seguidores y fue la portada de la edición de Singapur de la revista de moda Esquire, así como el rostro de una campaña para el vodka Absolut.
Los influenciadores virtuales demuestran que no es necesario que alguien exista realmente para influir en los demás. Basta con que una figura se popularice transmitiendo los más diversos mensajes elegidos por sus creadores. Son figuras públicas que pueden acercarse a la perfección y no les afectan las críticas como a la mayoría de los famosos.
